En este nuevo espectáculo, la artista se acerca al fandango, una de las formas musicales y dancísticas más importantes y representativas de la Península Ibérica, declarado Bien de Interés Cultural en 2010 y origen de un buen número de estilos flamencos. La capacidad de mutación del fandango y su diversidad lo convierten casi en un género en sí mismo, en el que tienen cabida desde las expresiones más populares hasta las formas más refinadas. El reto de Sara Calero consiste en abordar este estilo con un interesante afán de sincretismo estético.